Salto del Duende - Bucaramanga

Buenos días!!! Os recuerdo que Claudia y yo nos alojamos en unas cabañas que estaban cerca del paraje la Mesa de los Santos, en Bucaramanga.  Esta mañana, lunes 27 de febrero, nos levantamos prontito, sobre las 6.30 ya estaba duchándome (se supone que como aquí hace mucho calor pues las cabañas no disponen de agua caliente, así que una ducha rápida jajajaj). Entrada al complejo Piscina y jacuzzi Aproveche que Claudia no habia terminado para salir a volver a ver las instalaciones, esta vez con luz natural que tienen en el complejo y hacer unas fotografías. Haciendo las fotos, se me acercó el señor que cuida y mantiene en perfecto estado todas las instalaciones, y me ofreció un tinto (café aguado) ahí me quede con él conversando mientras terminaba de arreglarse Claudia.  Salimos de Los Gaby (así se llama ese complejo de cabañas) y nos fuimos a ver un mercado típico que hay muy cerca de esas cabañas, aprovechando para desayunar en un lugar que hay justo a la entrada de este "pueblito".  En realidad es un pequeño mercado que cuenta con una iglesia, restaurante, zona de juegos, tiendas o puestos de venta de todo tipo, fruta, hortalizas, carne y productos de artesanía de la zona. Son puestos pequeños con la cubierta vegetal y con las paredes realizadas con arcilla y piedras de pequeño tamaño, maderas... Ha sido construido, incluida la cúpula de la iglesia, con una técnica de construcción ancestral y que ahora están recuperando y promocionando en esta zona.  Original e interesante este lugar, además de las vistas sobre el lago que se pueden ver desde lo alto de una especie de Pirámide que hay a la entrada. Esta piramide fue construida con la misma técnica que las paredes del mercadito.  Vistas que contemplábamos mientras desayunábamos.  Tras visitar y fotografiar todo el recinto del mercado Acuarela, así se llama este mercadito, desayunamos un cafe con leche y arepas con queso. Cada dia desayuno mas esas arepas, creo que poco a poco me voy colombianizando jajajaja Era todavía pronto, seria como las 8 de la mañana pero ya había una luz tan potente que hacia de cada paisaje algo digno de admirar y fotografiar. Decidimos continuar el camino, nunca mejor dicho porque aquello no tienen nada que ver con otra denominación, y tras equivocarnos en un par de ocasiones ya que apenas hay señalización, llegamos finalmente al Salto del Duende.  Hablar o describir, incluso con fotografías del Salto del Duende, es complicado, ya que tras ver las fotos que hicimos creo que no hacen justicia de todo lo que allí puedes admirar, vistas, vegetación, flora, fauna, silencios, saltos de agua, precipicios, cortados....  Como podéis ver por las fotografías, todavía se puede visitar este paraje en casi su estado salvaje o natural, ya que apenas ha intervenido en este lugar la mano del hombre. Sin lugar a duda, otro lugar maravilloso a añadir a la extensa riqueza paisajista que posee este país y que voy visitando.  Con pocas ganas de marcharnos de ese lugar tan increíble, decidimos que ya había llegado el momento de dejar de hacer turismo e irnos a trabajar, eran como las 9,30 de la mañana y desde ahí estábamos a unos 50 minutos de la obra que hicieron en Bucaramanga, lugar donde todavía quedan unas pequeñas oficinas y deberíamos llegar para empezar varias reuniones de trabajo que Claudia había concertado.